Es importante que los bebés se adapten desde pequeñitos al entorno de la piscina y pierdan el miedo tanto al agua como a la posibilidad de valerse por si mismos desde el comienzo, en un mundo hasta entonces absolutamente ajenos a su día a día.

¿Por dónde empezamos?

Lo primero ¿Ya tenemos bañador para este verano? Aprovecha que aún son bebés y elige el estampado que más te guste pero no olvides que debe resultarle cómodo, en este caso, tanto para niños como para niñas, la mejor opción siempre es un culetín.

Lo ideal para el primer día de los peques en una piscina es buscar una temperatura adecuada que ronde los 32 grados, dependiendo de la época del año y aun que es recomendable que nuestros peques inicialmente se familiaricen con el agua en una piscina, mucho ojo con el nivel de cloro ¡En algunas se pasan un montón!

Cuando los peques van disfrutar de sus primeros bañitos en una piscina, ésta debe ser únicamente para ellos, para el descubrimiento de nuevas sensaciones, pero tenemos que ser realistas y a no ser que tengamos la suerte de tenerla en nuestro jardín, si llevamos a nuestro peque a las piscinas municipales compartirán experiencias con otros amiguitos, que le vendrá genial pero como mamis hagamos todo lo posible para que nuestro peque no se agobie con los posibles ruidos, buscando que su primera vez en el agua sea lo más tranquila posible. Además, siempre podrás buscar el apoyo del monitor especializado para que os guíe con ejercicios que ayudarán a la relajación del más pequeño.

Al fin y al cabo para todo hay una primera vez y cuanto antes le demos a conocer el agua a nuestros bebés mejor que mejor, sin perderlos de vista y ayudándoles con esta experiencia tan apasionante ¡La aventura ya puede comenzar!