Normalmente es en Halloween y en Carnaval cuando las calles se llenan de peques disfrazados y esto les encantan a ellos y a los más mayores. Aunque disfrazarse y diseñar el disfraz requiere tiempo aprovecha estas épocas para organizar fiestas y dejar volar vuestra imaginación juntos para pasar un rato divertido entre amigos y familiares.
Disfrazarse es una actividad muy divertida, que alimenta su imaginación y puede ser muy beneficioso psicológicamente para los niños en los primeros años de su vida. Al disfrazarse pueden jugar a ser otra persona, identifican sus miedos y aprenden a reírse de sí mismos mientras disfrutan.
Por ejemplo en Halloween, pueden disfrazarse de cualquier personaje de terror, podemos motivarlos contándoles cómo es su papel desde una visión infantil. El mismo desarrollará el rol de su disfraz como un juego, viviendo una experiencia emocionante y fantástica. Esto ayuda a los niños a que pierdan la vergüenza y fomenten su creatividad e imaginación mientra desarrollan su identidad y personalidad.
¿Cómo elegir el disfraz?
Si tenemos tiempo lo ideal es realizarlo nosotros mismos, junto con la ayuda de nuestros hijos. Pensad el diseño y hacerlo real mediante telas y la reutilización de ropa o cosas que podamos encontrar por casa. Pensad que no es necesario invertir horas y horas de trabajo. Con imaginación y creatividad se pueden hacer disfraces increíbles con muy poco.
El maquillaje también es fundamental para caracterizar a los niños en Halloween. Pintar bien a tus hijos puede hacer que un traje sencillo gane mucho color con unas pinceladas. Recordad que a la hora de elegir las pinturas es fundamental que sean hipoalergénicas y de buena calidad.
Por edades:
Para los más peques que todavía gatean o están comenzado a andar es importante que el disfraz que elijamos transpire y permita al pequeño realizar sus movimientos con total comodidad sin que les roce. Evita capas y complementos pesados que puedan molestarlos en la cabeza y el cuello. También recuerda que para la comodidad de ambos debe ser un disfraz sencillo de poner y quitar para poder ir al baño sin sustos.
A partir de los 4 años los niños serán los que soliciten un disfraz. Lo mejor es que no coartemos su imaginación, ya están familiarizados por el mundo de fantasía por los cuentos y los dibujos animados y su elección le ayuda a formar su personalidad y vencer su vergüenza y miedos.
A partir de esta edad invitamos creéis juntos su propio disfraz y que él/la también tenga capacidad de elección, verás que esto les dará seguridad y autonomía. Merecerá la pena el esfuerzo cuando lo luzca con orgullo y deje volar su imaginación mientras juega.
A partir de los 7 años, los pequeños han desarrollado el gusto estético mucho más que en la etapa anterior. Esto supone que buscan disfraces más elaborados que encajen a la perfección en la idea que tienen. Cobran más importancia los complementos que podéis realiza mediante manualidades y reciclando ¡Buscad hay muchas ideas!
Durante esta etapa es mucho más importante la compañía de otros niños, esto les ayudará a desinhibirse y fomentar su expresión artística.
Disfrazarse alimenta la imaginación de los más pequeños,