Hace una semana que estuvimos en FIMI, la Feria Internacional de Moda Infantil y Juvenil de Valencia en su 75ª edición y parece que fue ayer. Sobre todo porque ha sido una feria muy intensa para todo el equipo de erreqerre que con tanta ilusión estamos afrontando los retos que la moda española tiene que encarar.
Muchos de estos retos han sido una parte fundamental de la feria. Por un lado reseñar el alto nivel que manifiesta el sector, tanto por la originalidad de las propuestas como por la calidad del trabajo Made in Spain. Y todo esto no puede pasar desapercibido fuera de nuestras fronteras y FIMI ha realizado una fuerte apuesta por la internacionalización, entre otras cosas, porque sabemos que nuestros productos y lo que hacemos gusta mucho fuera de nuestras fronteras y porque la situación en el mercado interior, no hace falta explicar lo complicada que es.
El año pasado tuve la suerte de asistir a la entrega de los premios emprendedores y conocí a un joven emprendedor hijo de españoles pero de nacionalidad norteamericana que fabricaba guitarras en Toledo. El mayor exportador español de guitarras y su obsesión era comunicarnos que lo español gusta y mucho fuera de nuestras fronteras y que parece que aún nos consideramos menos que italianos o franceses, complejos en parte heredados de la gran depresión sufrida a finales del siglo XIX con la perdida definitiva del las últimas colonias del imperio español.
Históricamente hemos tenido ciertos complejos pero España es un país que siempre ha estado a la vanguardia y que por nuestra cultura e idiosincrasia tenemos unas particularidades que nos hacen únicos en el mundo. No quiero hablar de genios como Ferrán Adría, Custo, Antonio Banderas, Amancio Ortega o Calatraba que tanto están haciendo por la marca España o en el mundo del deporte de Nadal, Alonso, Gasol o la roja que han simbolizado claramente el fin de todos estos complejos, sino de pequeñas y medianas empresas que como la mayoría de las que hemos estado en FIMI tenemos que creérnoslo y lanzarnos a los mercados internacionales a competir de igual a igual porque es el único camino.
Hay una nueva generación de españoles que ya no recuerdan todos esos complejos y que están saliendo al exterior a demostrar que lo español es símbolo de calidad y tanto los profesionales como las empresas españolas son reconocidas en todo el mundo y sin embargo aún nos cuesta creérnoslo ¿Por qué?
Los próximos tiempos son tiempos de esperanza, de ilusión, de creación, de innovación, de explorar nuevas oportunidades, de aprender y de salir al exterior, y es algo que desde erreqerre queremos compartir y contagiar a todo el mundo.
Por un lado internet es una gran ventana que nos da la oportunidad de ser conocidos en todo el mundo y por otro lado tenemos que aprovechar el valor de la marca España en todo el mundo e ir a por todas sin complejos. ¡Somos buenos y vamos a demostrarlo!